Aun recuerdo aquel día, el último que nos tomamos unas copas juntos en mi casa.
Recuerdo unos gin-tonics en el salón, y que pusimos música y bailamos, charlamos y nos reímos hasta el amanecer. Yo me senté a tu lado, dejé mi copa en la mesa, te miré a los ojos y tomándote la mano te pregunté que cuál era aquella canción que te recordaba a mí. "Nothingman", dijiste. Nothingman. Un escalofrío recorrió mi espalda y sonreí. Te seguían comiendo tus demonios. Sin embargo, yo también sentía la conexión en tus palabras. Nothingman.
Hoy el Vitalogy es un álbum prohibido, Nothingman se esconde agazapada en él. Me recuerda a ti, como tantos otros discos, como tantas otras melodías que no deben ser escuchadas. Me recuerdan a cuando íbamos de camino a Lisboa, con la ilusión puesta en las vacaciones, en el camino, con el anhelo de llegar y descubrir. A las idas y venidas de Madrid en el coche, con la bolsa de la Fnac llena de regalos intercambiados, y las ganas de llegar a casa para abrir aquellos libros, enseñarnos los dibujos o poner aquella película para verla cuanto antes.
Como dos niños pequeños, jugábamos a ser Peter Pan y Wendy volando por el cielo agarrados de las manos.
Hola Helena.....es imposible que haya topado por casualidad con tu blog. Llevo cuatro meses intentando escribir una carta a la persona a la que amo, y simplemente no he sido capaz. No soy capaz de poner en palabras lo que siento en el corazon, y aun cuando creo que lo he conseguido, leo lo que he escrito, y me doy cuenta de que no refleja realmente lo que siento. He leido varias entradas......y la de Peter Pan y El Dolor de tu Ausencia, me han transmitido lo que llevo cuatro meses queriendo escribir.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir tus textos con los demás.
Me gustaría poder escribirte y poder hablar contigo.