lunes, 9 de junio de 2014

Una caricia

Todas y cada una de las noches que nos acostamos juntos, me desnudabas y recorrías mi pecho con tus dedos hasta quedarte dormido. Yo sonreía sintiéndote acariciando mi piel mientras me dejaba vencer una vez más por el sueño.

Lo que yo no sabía entonces y ahora sé, es que no se trataba de meras caricias, si no que estabas explorando la zona para poder arrancarme fácilmente el corazón y descuartizarlo después.



No hay comentarios:

Publicar un comentario